viernes, 18 de febrero de 2022

EL RÉGIMEN DE LA RESTAURACIÓN (1874-1902)

Podemos comenzar con el resumen de Artehistoria sobre este tema:



Es muy útil, como siempre, ver el capítulo de Memoria de España sobre este período


http://www.rtve.es/alacarta/videos/memoria-de-espana/memoria-espana-regreso-borbones/3295337/




Enlace a la presentación de clase 




EL RÉGIMEN DE LA RESTAURACIÓN (1874-1902)

1.  El establecimiento de Alfonso XII como rey, y el funcionamiento del sistema canovista; la Restauración.
2.     La oposición política al régimen de la Restauración.
3.     La crisis de 1898 y la liquidación del imperio colonial.



1.      EL ESTABLECIMIENTO DE ALFONSO XII COMO REY, Y EL FUNCIONAMIENTO DEL SISTEMA CANOVISTA; LA RESTAURACIÓN.

1.1. EL SISTEMA POLÍTICO DE LA RESTAURACIÓN
El sistema político de la Restauración está absolutamente ligado a la figura de Antonio Cánovas del Castillo. Era un político conservador, pragmático y realista que buscó el consenso entre las fuerzas liberales en las que se cimentó el régimen de la Restauración. Supuso, tras el fallido intento de instaurar un régimen democrático durante el Sexenio (1868-1874), la restauración en el trono de la dinastía de los Borbones. Se trató de un sistema fundamentado en la alternancia en el poder de dos grandes partidos, el liberal y el conservador.
El régimen de la Restauración pretendía:
·         Alfonso XII debía reemplazar a la impopular Isabel II.
·         Había que terminar con las continuas intervenciones del Ejército.
·         Había que crear un sistema bipartidista basado en dos partidos burgueses que pacíficamente se fueran turnando en el poder. Estos dos partidos serían el que él creo, el Partido Liberal-Conservador o Conservador, dirigido por el mismo Cánovas, y el Partido Liberal-Fusionista o Liberal, dirigido por Práxedes Mateo Sagasta.






El programa político y los inicios del régimen.

El programa político de los alfonsinos se plasmó en el Manifiesto de Sandhurst redactado por Cánovas en noviembre de 1874, en nombre del futuro Alfonso XII. Recogía los siguientes aspectos:

·         La legitimidad histórica de la monarquía y no de la decisión de ninguna asamblea política.
·         La defensa de una monarquía constitucional.
·         La proclamación de un sentimiento patriótico, católico y liberal.

Se deseaba instaurar un régimen liberal estable y poner fin al deterioro político, a la guerra carlista y a la insurrección cubana.
Cánovas tomó diferentes medidas para organizar el sistema como:
·         Preparar la llegada a España de Alfonso XII (1885-1895)
·         Revisar la obra política del Sexenio Democrático. En consecuencia restableció el matrimonio canónico, se limitó la libertad de imprenta y se prohibió a los profesores universitarios explicar en contra del dogma católico y el régimen monárquico.
·         Poner fin a los conflictos bélicos abiertos (la guerra carlista en 1876; la guerra de Cuba en 1878, con la paz de Zanjón).
·         Se redactó una nueva Constitución.




1.2.  LA CONSTITUCIÓN DE 1876
El texto constitucional fue aprobado en las Cortes de 1876, elegidas por sufragio universal masculino. Principales rasgos de la Constitución de 1876:
1.       Soberanía compartida entre el rey y las Cortes.
2.       Se establecieron unas Cortes bicamerales, con un congreso elegido y un senado integrado a partes iguales por miembros elegidos y miembros vitalicios.
3.       Fortalecimiento del poder de la Corona (participación en la función legislativa; convocatoria, suspensión y cierre de las Cortes; nombramiento de ministros; mando supremo del ejército).
4.       Religión oficial del Estado es la religión católica, se permiten los otros cultos en el ámbito privado.
5.       En 1878 se aceptó el sufragio censitario que dio el derecho a voto a los propietarios y a las personas con un alto nivel de instrucción o títulos académicos. En 1890 se aprobó el sufragio universal masculino.



1.3. EL SISTEMA DE TURNOS
La estabilidad política de la Restauración se basaba en la alternancia pacífica en el poder entre dos fuerzas políticas, conservadores y liberales, denominados partidos dinásticos.
·       El Partido Liberal-Conservador o Partido Conservador. Su líder fue Antonio Cánovas del Castillo. Su ideología se basaba en un liberalismo conservador y entre sus bases sociales destacaban los grandes propietarios agrarios y la alta burguesía industrial y financiera.
·         El Partido Liberal-Fusionista o Partido Liberal. Su líder fue Práxedes Mateo Sagasta. Su ideología se basaba en un progresismo de orden, es decir, que no pusiera en peligro las bases socioeconómicas del régimen liberal-burgués. Durante la Restauración abandonó la defensa de la soberanía nacional aunque apostó el sufragio universal masculino. Sus bases sociales se hallaban entre las clases medias y el alto funcionariado.



Turno de partidos

Para el ejercicio del gobierno se contemplaba el turno pacífico en el poder entre los dos partidos dinásticos.
El procedimiento del caciquismo era el siguiente:
•Se produce un relevo pacífico de los dos partidos.
•Los cambios y leyes que aprueba el partido que está gobernando los tiene que aceptar el otro partido en la oposición y comprometerse a mantenerlos cuando gobiernen.
•El cambio de gobierno se pacta con el otro partido y con el rey.
•El rey disolvía las Cortes y convocaba elecciones.
•El partido saliente pasaba a la oposición.




Para conseguir mayorías parlamentarias y garantizar su victoria electoral, cada partido procedía a la manipulación de las elecciones: fraude electoral.




Las elecciones se manipulaban a través del encasillado y del pucherazo:
·      Mediante el encasillado, las fuerzas políticas negociaban y se repartían los distritos electorales entre los partidos dinásticos. El Ministro de la Gobernación señalaba los diputados elegidos
·      El pucherazo se ejecutaba cuando no había acuerdo entre los partidos: compra de votos, intimidación del votante, colocación de urnas en lugares inaccesibles o utilización del nombre de electores fallecidos. Para ello se falseaban las listas electorales, se presionaba a los electores, se manipulaban los votos (pucherazo).
El proceso electoral lo controlaban el Ministro de Gobernación a través de los gobernadores civiles y las personalidades locales (caciques).
Toda esta manipulación era posible por la existencia del caciquismo. El caciquismo era la relación política que se establecía entre un cacique y las personas que dependían de ellos y tuvo un papel predominante en el mundo rural. Los rasgos que definían a un cacique eran: jefe de un partido político muy influyente que actuaba a nivel local y comarcal. Su influencia la ponía al servicio del partido que defendía y era un intermediario entre el Estado y su zona.






2.     LA OPOSICIÓN POLÍTICA AL RÉGIMEN DE LA RESTAURACIÓN.

Varios grupos políticos, sociales e ideológicos se opusieron con escaso éxito hasta 1923 al régimen de la Restauración.




El carlismo
Fuerza cada vez más residual que, finalmente, había decidido renunciar a las armas. Con fuerza en el País Vasco y Navarra, nunca consiguieron más del 3% en las elecciones en que se presentaron.

El republicanismo
Con su base social en las clases medias urbanas, estos grupos defendieron la democratización del régimen y diversas reformas  sociales. Estuvieron bastante desorganizados, destacando los republicanos moderados de Melquiades Álvarez y el Partido Radical Republicano, fundado en 1908 por Alejandro Lerroux, un político populista y demagogo que en sus primeros años en la carrera política destacó por su anticlericalismo.





El movimiento obrero: anarquistas y socialistas.
El nacimiento de la sección española de la AIT se produjo durante el Sexenio gracias a la labor del anarquista Fanelli y el marxista Lafargue. Al igual que en toda Europa, la ruptura entre Marx y Bakunin propició la división de las fuerzas obreras:
·         Anarquistas: grupo mayoritario en España. Tras la ley de Asociaciones de 1881, aprobada por el gobierno liberal de Sagasta, se lanzaron a una intensa actividad organizativa y de luchas sociales. En 1881 nació la Federacion de Trabajadores de la Región Española. En la que destacó Anselmo Lorenzo, uno de los principales líderes de los inicios del movimiento anarquista. Finalmente en 1910, nació la Confederación Nacional del Trabajo, la CNT, el mayor sindicato español con gran fuerza entre los obreros agrícolas andaluces y los obreros industriales catalanes. Los anarquistas defendieron una ideología colectivista, libertaria, apolítica, anticlerical y revolucionaria.
·         Socialistas: minoritarios en nuestro país. Todavía de forma clandestina, en 1879 nació en Madrid el Partido Socialista Obrero España,  PSOE, con Pablo Iglesias como principal figura. En 1888, el PSOE celebró su primer congreso y se fundó la Unión General de Trabajadores, la UGT, sindicato socialista. Opuestos a los anarquistas, los socialistas mantuvieron una ideología colectivista, anticlerical y antiburguesa, pero más moderada que la de la otra gran corriente del movimiento obrero español. Partidarios de la lucha política, Pablo Iglesias fue elegido diputado en 1910.






Regionalismos y nacionalismos
A finales del siglo XIX se produjo el auge de los nacionalismos periféricos en Cataluña, País Vasco, Galicia y Comunidad Valenciana. Hasta entonces, los movimientos regionalistas se habían centrado en el ámbito cultural pero empezaron a tomar una dimensión política ya que la centralización del Estado y el reforzamiento de la identidad nacional española parecían poner en peligro las culturas periféricas.
·         Nacionalismo catalán
Se inicia con un movimiento cultural e intelectual denominado Renaixença.
-          En 1882, Valentí Almirall fundó el Centre Català que empezó a defender la autonomía de Cataluña.
-          En 1891 se creó la Unió Catalanista que dio a conocer las Bases de Manresa y que, desde un ideario claramente conservador, proponían la consideración de Cataluña como una entidad autónoma dentro de España.
-          o En 1901 aparecía la Lliga Regionalista de Francesc Cambó y Enric Prat de la Riba. Este nuevo partido aspiraba a defender los intereses económicos de los industriales catalanes y a la autonomía de Cataluña dentro de España.
El nacionalismo catalán se extendió esencialmente entre la burguesía y el campesinado. Mientras tanto, la clase obrera abrazó mayoritariamente el anarquismo.




·         Nacionalismo vasco
Sus orígenes hay que buscarlos en la derrota del carlismo y la consiguiente pérdida de sus fueros. Sabino Arana fundó el Partido Nacionalista Vasco –PNV- en 1895.  El movimiento nacionalista estaba impregnado de un fuerte sentimiento religioso católico, de defensa de la tradición y defendía la pureza racial del pueblo vasco por lo que adquirió un cierto sentido xenófobo, con desprecio hacia los maketos (españoles del resto del territorio que emigraban al País Vasco para trabajar en la industria). En un principio en PNV se declaró independentista pero evolucionó hacia el autonomismo.



·         Nacionalismo gallego
Estuvo impulsado por una minoría, con carácter cultural, fue muy minoritario, sin base social sólida.


También se desarrollaron movimientos regionalistas en Andalucía, Aragón y Valencia.


3.     LA CRISIS DE 1898 Y LA LIQUIDACIÓN DEL IMPERIO COLONIA.

La muerte temprana de Alfonso XII, el 26 de noviembre de 1885, abrió paso a la Regencia de su esposa Mª Cristina de Habsburgo (1885-1902). Durante este periodo se consolidó el sistema canovista. La Regencia tuvo que afrontar la primera gran crisis del sistema: la crisis del 98, que se identificó con las guerras de independencia de las últimas colonias (Cuba, Puerto Rico y Filipinas) y que supuso no solo la pérdida de éstas sino la primera crítica seria del sistema por parte de políticos e intelectuales.
Tras la independencia de la mayor parte del imperio a inicios del siglo XIX, sólo las islas antillanas de Cuba y Puerto Rico, y el archipiélago de las Filipinas en el sudeste asiático continuaron formando parte del imperio español.
 Cuba y Puerto Rico basaban su economía en la agricultura de exportación, esencialmente basada en el azúcar de caña y el tabaco, en la que trabajaba mano de obra negra esclava. Eran unas colonias que alcanzaron un importante desarrollo y que eran muy lucrativas para la metrópoli.  Cuba se convirtió en la primera productora de azúcar del mundo.
Las duras leyes arancelarias impuestas por el gobierno de Madrid convirtieron estos territorios en un "mercado cautivo" de los textiles catalanes o las harinas castellanas.
El caso filipino era bien diferente. Aquí la población española era escasa y muy pocos capitales invertidos. El dominio español se sustentaba en una pequeña presencia militar y, sobre todo, en el poder de las órdenes religiosas.



La guerra colonial
La  Guerra Larga en Cuba (1868-1878), saldada con la Paz de Zanjón, había sido un primer aviso serio de las aspiraciones independentistas cubanas. La ausencia de reformas facilitó el que el anticolonialismo se desarrollará pese a la represión.
José Rizal en Filipinas y José Martí en Cuba se configuraron como líderes independentistas.
 En 1895 estallaron de nuevo insurrecciones independentistas en Filipinas  y Cuba. Una dura y cruel guerra volvió a provocar que decenas de miles de soldados procedentes de las clases más humildes fueran embarcados hacia esas distantes islas.
La guerra estalló en 1895 con el llamado grito de Baire en Cuba con un amplio apoyo popular que incluía a la población negra y mulata. La respuesta del gobierno presidido por Cánovas fue la de enviar un ejército al mando de Martínez Campos y Valeriano Weyler, quienes reprimieron duramente a la población. Los sublevados contaban con gran apoyo popular y conocían mucho mejor el terreno. Además las tropas españolas estaban mal aprovisionadas, sin pertrechos ni resistencia a las enfermedades tropicales. Las reformas iniciadas a la muerte de Cánovas en 1897, que incluían la autonomía de Cuba y la igualdad de derechos entre peninsulares y cubanos, incluyendo el sufragio en esos derechos.
La gran novedad va a ser la ayuda estadounidense a los rebeldes cubanos. Washington ayudó a los insurrectos caribeños esencialmente por dos razones:
-          Intereses económicos mineros y agrícolas. Cuba era la primera productora del mundo de azúcar.
-          Interés geoestratégico. El naciente imperialismo norteamericano buscaba el dominio del Caribe y Centroamérica.
En realidad, el enfrentamiento que se aproximaba en Cuba mostraba la pugna entre un imperialismo moribundo, el español, y uno que estaba naciendo y que iba a marcar los tiempos posteriores, el norteamericano.
La aún inexplicada explosión en el navío norteamericano Maine en el puerto de La Habana, explosión que costó la vida de 260 marinos estadounidenses, propició una furibunda campaña periodística estadounidense contra España. El gobierno norteamericano del presidente McKinley declaró la guerra a España.



El conflicto fue un paseo militar para Estados Unidos (batalla naval de Santiago en Cuba y de Cavite en Filipinas) que conquistó Cuba, Puerto Rico y Filipinas.

 España firmó la Paz de París en diciembre de 1898. Por este acuerdo, España cedió a EE.UU. la isla de Puerto Rico, Filipinas y la Isla de Guam en el Pacífico. Cuba alcanzaba la independencia bajo la “protección” estadounidense (cediendo, además, la base militar de Guantánamo).
 La sustitución del dominio español por el norteamericano engendró un profundo descontento en las antiguas colonias. EE.UU. tuvo que hacer frente a una guerra en Filipinas (1889-1902) y en Cuba el sentimiento antinorteamericano se extendió por amplias capas sociales.




Desde la perspectiva española, la pérdida de las últimas colonias vino a denominarse el “Desastre del 98” y tuvo una importante influencia en la conciencia nacional. La irresponsabilidad de los gobiernos de la Restauración había llevado a una situación que costó la vida de decenas de miles de españoles, primero en la guerra contra los insurrectos cubanos, después en una guerra contra Estados Unidos que no se podía afrontar.

Consecuencias del desastre
Aunque desde una perspectiva económica, no se puede hablar de desastre completo:
·         El fin de la guerra permitió al ministro Fernández Villaverde abordar  algunas reformas necesarias en el sistema de impuestos, lo que supuso un saneamiento de la situación de la Hacienda.
·         La pérdida de las colonias supuso una importante repatriación de capitales que fueron invertidos en la economía peninsular.
·         España no  perdió la escasa presencia que ya se tenía en los mercados latinoamericanos.
·         Se potenció la defensa del mercado interior.
Sin embargo, la apabullante derrota ante EE.UU. y la pérdida de más de 50.000 combatientes provocó una intensa conmoción en la sociedad española en todos los ámbitos. Políticos del régimen canovista como Francisco Silvela, que escribió "España sin pulso"; opositores socialistas o republicanos; intelectuales como Joaquín Costa; todos sintieron la pérdida de las colonias como el Desastre del 98.
·         Esta conmoción nacional provocó una profunda crisis de la conciencia nacional que marcó la  obra crítica de los diversos autores que componen la generación del 98 (Unamuno, Baroja, Maeztu...)
·         Propuestas de reforma y modernización política como  el Regeneracionismo, con una doble vertiente de reforma política y de reforma educativa
·         Mayor empuje y presencia de los nacionalismos periféricos, ante una evidente crisis de "la idea de España".
·         La presencia española en ultramar se trató de sustituir con una mayor atención al norte de África.




La derrota de 1898 había puesto de relieve de forma trágica y súbita todas las limitaciones del régimen de la Restauración y su parálisis a la hora de afrontar los problemas sociales y la modernización del país.
El Regeneracionismo de Joaquín Costa fue la principal expresión de una renovada conciencia nacional que aspiraba a la reforma del país. El pensamiento de Costa se basó en una crítica radical al sistema caciquil que había impedido la implantación de una verdadera democracia basada en las clases medias y la modernización económica y social del país.



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